Módulo 1

Como acabamos de ver los conflictos y conflictividades sociales pueden estar provistos de una connotación negativa con componentes de enfrentamiento, violencia y daño. Acorde al marco conceptual de Galtung, J. (1997)1, la violencia derivada de los conflictos puede ser directa, es decir, física o ver- bal y visible para todos, pero también existen otras formas de violencia como la estructural o endémica, (Haz Paz, Política Nacional de Construcción de paz y convivencia, 2000). 

Sin embargo, el conflicto puede ser parte esencial del desarrollo humano y ser entendido como una fuerza motriz que, a partir de su gestión de manera adecuada y/o cooperativa, contribuye a la generación de cambios en provecho del hombre (Ibídem pag 18) y una oportunidad de progreso o desarrollo, entendido este último no sólo como el crecimiento económico y la satisfacción de las necesidades básicas, sino como el fortalecimiento de las capacidades y el potencial, individual y colectivo, de las comunidades. (Programa de Desarrollo y Paz Territorial, 2016).

Basados en esta concepción dicotómica de los conflictos (positivo-negativo, crisis-oportunidad), y como indicamos anteriormente, del uso de medios positivos y oportunos para su gestión, donde las partes tengan una postura respetuosa, abierta y creativa, se espera que el resultado del diálogo sea potencialmente positivo, construc- tivo y transformador de la realidad, a la que apunta el método denominado “Trascend” desarrollado por Johan Galtung, el cual busca que en el proceso del conflicto el diálogo pueda ser beneficioso para todas las partes involucradas. (Percy, 2009).