Módulo 2

Independencia: La identificación y caracterización de los conflictos debe procurar la imparcialidad de quien realiza el análisis, esto implica blindar el ejercicio de fenómenos como la estigmatización, los prejuicios y los estereotipos que introducen sesgos y afectan la calidad de la información. (Departamento Nacional de Planeación, 2017)

Participación:

La metodología y las herramientas de diagnóstico están diseñadas para contar con una participación amplia de los actores involucrados en el conflicto y de los demás grupos de interés relacionados con la conflictividad en concreto. A su vez, asegurar la participación de sectores frecuentemente sub-representados o con un bajo nivel de participación1 que hacen parte del conflicto o que pueden verse afectados por él.

Enfoque de interseccionalidad:

La metodología reconoce que los actores involucrados en un conflicto tienen características  particulares  relacionadas con: edad; sexo; género y orientación sexual; etnia; ubicación; (rural o urbana), entre otros factores. Es así como en el marco de un conflicto social éstos elementos deben ser analizados bajo un enfoque de interseccionalidad, perspectiva que permite conocer la presencia simultánea de dos o más características diferenciales de las personas que en un contexto histórico, social y cultural determinado incrementan la carga de desigualdad, produciendo experiencias sustantivamente diferentes entre los sujetos (Corte Constitucional-Sentencia T-141-15), y que pueden ser el origen de diferentes grados de vulnerabilidad o de afectación diferencial. En virtud de ello la metodología propone desarrollar ejercicios de indagación con los diversos grupos para que sus voces sean representadas y para que las propuestas de transformación incorporen sus perspectivas.

Enfoque territorial:

La metodología y sus herramientas de diagnóstico permiten caracterizar los aspectos geográficos, políticos y poblacionales, que conforman el territorio y dan cuenta de su especificidad acorde a su historia, entorno social y cultural. Capta las diferencias entre las zonas urbanas y rurales que determinan brechas en el acceso a recursos y servicios del Estado o causan niveles de aislamiento, entre otros factores, que dan cuenta o explican el origen de diversas conflictividades sociales.

Transparencia:

La metodología debe tener en cuenta que los actores involucrados con quienes se adelantará la indagación cualitativa tengan claridad sobre los objetivos, alcance y finalidad del proceso. El manejo transparente de la información evitará generar falsas expectativas que aumenten los niveles de desconfianza entre actores, dependiendo del rol que tengan (sociales e institucionales).

Protección:

Frente a la intensificación y aumento de los niveles de violencia en el marco de las conflictividades sociales es probable que surjan agresiones que afecten la garantía de los derechos de las partes involucradas. En este contexto y de acuerdo a lo enunciado en el módulo uno de la Caja de Herramientas la metodología debe contemplar el análisis de los riesgos que surgen para la partes y adoptar las medidas necesarias para que se mitiguen.

Acción sin daño:

El ejercicio de caracterización territorial implica la interacción con diversos actores, sociales, privados e institucionales, que están involucrados en el conflicto. En este sentido, el modelo invita a evaluar de manera preliminar los daños que se pueden generar con el proceso de indagación y diseñar las medidas necesarias para evitarlo. (Departamento Nacional de Planeación, 2017)

Flexibilidad:

Es preciso tener en cuenta que al momento de elaborar el diagnóstico de conflictividades territoriales existen diversas variables que cuentan con datos estadísticos o documentados, sin embargo, y con el propósito de obtener un contexto general de las dinámicas territoriales, es importante contemplar otros mecanismos para obtener la información a partir de la experiencia y conocimiento de las partes involucradas en el conflicto.